El operativo antiincendios del Gobierno aragonés, formado por agentes de protección de la naturaleza y de SARGA, está ya preparado para el período de activación de máxima alerta, que se extiende normalmente por los meses de verano.
El objetivo es actuar con rapidez y evitar incendios forestales en un contexto de aumento generalizado de las temperaturas. En los últimos días se han registrado máximas por encima de lo habitual y, a pesar de las borrascas de final del invierno, el campo sigue estando seco en buena parte del territorio.
Por este motivo, el consejero de Medio Ambiente, Manuel Blasco, apuesta por trabajar con anticipación y estar muy alerta ante una primavera en la que la Agencia Estatal de Meteorología prevé temperaturas por encima de los valores normales. “El monte sigue estando seco y probablemente entramos ya en época de peligro de extinción. Es una de las grandes preocupaciones del Ejecutivo autonómico”, ha explicado Blasco.
A final de mes acabará el periodo de quemas agrícolas autorizadas. Pese a la situación climática y a los conatos de incendio de los últimos días, los problemas derivados de esa actividad están por debajo de la media histórica.
Convenio con SARGA
En cuanto a los empleados de SARGA, el director de la empresa pública, Jorge Escario, ha informado de que en enero comenzaron los trabajos para crear el segundo convenio colectivo de SARGA, lo que, para Escario, supone "un paso fundamental para mejorar las condiciones laborales". Se ha contratado un servicio externo para actualizar la relación de puestos de trabajo.
El director de SARGA ha comparecido hoy en las Cortes de Aragón para exponer su Plan Estratégico 2024-2027. Incluye la inversión de medio millón de euros en digitalización, el primer plan de comunicación externa e interna para mejorar su reputación y un plan comercial con la celebración de unas jornadas donde compartir experiencias con organizaciones análogas de otros territorios.
