La modificación del PGOU ha salido adelante con los votos a favor del Partido Popular, Ciudadanos y Vox. En cambio, los grupos de la izquierda la han rechazado porque consideran que es una privatización del estadio. El equipo de Gobierno que salga de las elecciones del mes de mayo deberá licitar las obras y el modelo de gestión.
Por eso, el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, se ha dirigido directamente a la portavoz del PSOE, Lola Ranera, para exigirle que diga que hará si gestiona la ciudad. Desde el PSOE consideran queel alcalde ha roto todos los consensos. El concejal socialista, Horacio Royo, cree que Azcón sólo busca el enfrentamiento.
Cruce de acusaciones
El portavoz de Podemos, Fernando Rivarés, ya ha avanzado que, si tiene responsabilidades de gobierno tras las elecciones de mayo, pedirá la paralización del proyecto y que se constituya una sociedad mixta para analizar el futuro del estadio. Y es que cree que la actual fórmula privatiza suelo público.
El portavoz de Zaragoza en Común, Pedro Santisteve, señala que la actual modificación sólo beneficia a los inversores privados. Por último, el portavoz de Vox, Julio Calvo, ha acusado al PSOE y al Gobierno de Aragón de intentar paralizar el proyecto por intereses electorales.