La Guardia Civil ha cerrado el cuartel de Ariño, donde solo quedaba un agente que asumió su traslado a comienzos de esta semana. Tras la adjudicación de los últimos destinos la provincia ha perdido 22 efectivos en apenas unos días.
A partir de ahora los vecinos de Ariño, Oliete y Alacón pasarán a ser atendidos por otros cuarteles cercanos, concretamente el de Albalate del Arzobispo y Muniesa.
Con este cierre, el despliegue de la Guardia Civil en la provincia pasa a tener 31 puestos o cuarteles, aunque desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil temen que alguno más pueda correr la misma suerte que el de Ariño debido al grave problema de falta de personal que siempre está presente en todas las unidades del territorio.