Es preferible abrir una investigación, aunque parezca una medida exagerada y se concluya que no hay caso de acoso que dejar que un menor continúe sufriendo y se den casos como del Saray, la pequeña de diez años que se recupera de las graves lesiones que se produjo al lanzarse al vacío desde el balcón de su casa el pasado viernes.
El coordinador de Atención Infanto Juvenil de ASAPME y del Teléfono del Menor, Manuel Martínez, cree que cuando un caso de acoso desemboca en consecuencias trágicas es que fallan muchas cosas. Martínez cree que no se habla lo suficiente del bullying. Un problema habitual es que algunos centros tienden a restar importancia a las señales: Precisamente, los padres de Saray denuncian que el Colegio Agustín Gericó redujo la pesadilla que vivía su hija a una cuestión de rencillas entre niños.
El coordinador del Teléfono del Menor recuerda que ante cualquier indicio de acoso hay un protocolo que los colegios deben poner en marcha. Es imprescindible intervenir cuanto antes para determinar si existe o no un posible caso de acoso y tomar las medidas que permitan resolver el conflicto.