Este jueves, 1 de junio, la empresa Hermanos Tenorio empezará a prestar el nuevo servicio de transporte sanitario urgente en Aragón. La aplicación del nuevo pliego genera dudas en los usuarios y trabajadores, y estos cambios, se verán también condicionados por el conflicto laboral heredado de la anterior adjudicataria, Acciona.
Huelga
Desde hace casi cuatro meses, los trabajadores de las ambulancias están en huelga. Con su protesta, reivindican renovar el convenio, caducado desde 2019, subidas salariales y mejoras laborales. Muchos de ellos no cobran ni 1.000 euros al mes.
El portavoz de los trabajadores, Juan Antonio Busqueta, explica que, de cara a lograr esas mejoras, Hermanos Tenorio ya ha hecho una propuesta económica en la que plantean, por ejemplo, recuperar los IPCS de los cinco años anteriores, pero los trabajadores creen que se queda corta.
Acuerdo laboral
Busqueta ve necesario volver a las condiciones del acuerdo laboral alcanzado en 2022. Ese convenio, judicializado por algunas compañías, en suspenso y pendiente de resolución en el Supremo, implicaba subidas salariales de 300 euros. Insiste en que un servicio profesionalizado y capacitado como el de los responsables del transporte sanitario urgente este debe estar adecuadamente remunerado y confía en que se produzcan avances para desconvocar las afecciones de la huelga. En ese sentido, recuerda que se fijaron unos servicios mínimos del 20% en traslados programados y del 100% en el caso de las urgencias.
Modificación del pliego
El nuevo servicio de ambulancias ha generado polémica. El Gobierno aragonés defiende que mejorará los tiempos de respuesta, aumenta el presupuesto y la dotación de medios, pero desde el territorio han criticado la pérdida de servicios en Jaca, Barbastro, Alcañiz o Calatayud. Además, las nuevas contrataciones han sido menores de lo esperado, no han llegado a 50, de forma que la plantilla de trabajadores se sitúa en unos 700.
Busqueta espera que, tras ganar las elecciones, el PP cumpla su promesa de modificar el contrato para fortalecer el servicio, en la medida que las cláusulas lo permitan, porque pese al crecimiento del presupuesto durante el proceso de adjudicación, no da respuesta a las necesidades del territorio.