Cada año un 18% de los más de 1800 partos atendidos en el Hospital Clínico requieren de cesárea. Desde hace años, las mujeres sometidas a esta práctica venían lamentando no poder vivir el nacimiento de sus hijos acompañadas por una persona cercana, generalmente sus parejas, como el resto de las parturientas.
La jefa del servicio de obstetricia del Hospital Clínico, Purificación Mateo, ha señalado que el procedimiento fue aprobado por todos los servicios que intervienen en un parto, de forma que en caso de que el equipo médico tome la decisión de practicar una cesárea, el acompañante acceda por el vestuario de quirófanos y se sitúe junto a la madre después de ponerse la indumentaria correspondiente, sin interferir con la labor de los sanitarios.
La experiencia está siendo muy satisfactoria, ha explicado Purificación Mateo, no sólo para la madre y su acompañante, sino para todo el equipo de profesionales que comparten un momento de felicidad. La obstetra señala que era necesario dar respuesta a una demanda muy razonable. La experiencia de otros hospitales donde ya se viene permitiendo el acceso al quirófano a los acompañantes hacía recomendable acabar con la discriminación que venían sufriendo las mujeres que daban a luz por cesárea.
