Tras nueve meses de medidas restrictivas para los negocios de hostelería y turismo, el sector está viviendo la que consideran la peor crisis de su historia. Las asociaciones aseguran que no hay justificación para mantener cerrados sus establecimientos, y más tras el notable descenso de los casos durante las últimas semanas. Algunos, como los locales de ocio nocturno, llevan cerrados desde marzo; otros, como los restaurantes y bares, con continuas restricciones de aforo que, actualmente, sólo permite trabajar a los que tienen terraza y en una situación pésima.
El sector pide a la Administración que cambie su política de gestión de la crisis sanitaria o, si es necesario, a sus políticos, pues no han sabido mostrar la empatía y la voluntad necesarias con este sector, evitando el diálogo y la búsqueda de alternativas. Por eso, la semana que viene, concretamente el domingo 13 de diciembre, está previsto realizar nuevas movilizaciones, como las del pasado mes de octubre.
Los hosteleros también han reivindicado su derecho a trabajar y han vuelto a exigir la apertura del interior de los locales, cumpliendo los aforos necesarios, y una serie de medidas que ayuden a paliar su crítica situación.