Las vacaciones de Semana Santa supondrán un respiro para los hosteleros del Pirineo, pero el sector está ya muy tocado e insisten en que sin ayudas muchas empresas no llegarán al verano. Anabel Costas, vicepresidenta de alojamiento de la Asociación de Hostelería de Huesca, cree que a diferencia de lo que sucede en Francia, el sector de la nieve es el gran olvidado de las ayudas que plantea el Gobierno.
Y es que Sanidad estudia cambiar el criterio para cerrar el interior de los bares cuando la incidencia supere los 150 casos en 14 días. Los empresarios de los valles pirenaicos están preocupados ante tanta incertidumbre y por el efecto que puede tener en los clientes los posibles cambios que propongan las autoridades sanitarias en las medidas o restricciones les afectan directamente como el cierre del interior, los aforos o el horario de cierre de la actividad no esencial.
Y es precisamente esa incertidumbre lo que hace que no todos los establecimientos tengan previsto abrir durante la Semana Santa. De hecho muchos hoteles de gran ocupación ya han renunciado a la apertura y prefieren esperar al verano.
Será una semana más tranquila, cree Costas, en la que la actividad se notará sobre todo en los pequeños hoteles familiares y en los establecimientos de restauración.