El subdelegado del Gobierno en Huesca, Carlos Campo, y la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, han mantenido esta mañana una reunión de trabajo para analizar la seguridad en la capital altoaragonesa. En dicho encuentro, en el que también han participado el comisario provincial de la Policía Nacional, Fernando Ascaso, y la concejal de Seguridad Ciudadana, Gemma Allué, se ha destacado la baja tasa de criminalidad de la ciudad, con 36 delitos por cada 1.000 habitantes, muy por debajo de la media española, acompañada de una alta tasa de esclarecimiento, cercana al 50%.
Unas cifras que apuntan a que Huesca es una ciudad segura en términos generales, donde la principal causa de inquietud está en los delitos redundantes con reincidencia. Con el fin de ajustar las necesidades en materia de seguridad a la realidad actual, se ha acordado que se elaborará un informe técnico que contemple el incremento de población del municipio desde 2004, último año de revisión.
Durante la reunión se ha adelantado que la Policía Nacional prevé cubrir en junio seis plazas con nuevos agentes, lo que hará que la plantilla de la Comisaría de Huesca, que se sitúa ya en un alto nivel de cobertura, roce el 100% de su capacidad. Tanto subdelegado como alcaldesa han destacado la buena colaboración entre Policía Nacional y Policía Local, así como la relación fluida entre administraciones para contribuir a mejorar la seguridad en Huesca.