El Grupo Municipal Con Huesca Podemos Equo considera que la ciudad de Huesca necesita nuevos reclamos atraer más turistas. Aprovechando el tirón del turismo televisivo y el trabajo desarrollado por las empresas oscenses Tecmolde y Shu Digital para la serie Juego de Tronos, proponen la instalación de una o dos calaveras de dragón de grandes dimensiones en los lugares que se considere más apropiado.
El portavoz de esta formación Óscar Sipán explica que, “fuera de la llamada temporada alta, el perfil de turista que visita la ciudad de Huesca es el de los circuitos de las agencias de viaje, mayoritariamente de la tercera edad. Pero si queremos llegar al nuevo modelo de turista joven, que busca la evasión y la imagen por encima de todo, un turista que podemos denominar cinematográfico, o televisivo, tenemos en nuestra mano ofrecer un reclamo distinto que embellece e invita a entrar en la ciudad”.
Hace 10 años se estrenaba en HBO el mayor fenómeno televisivo de la historia reciente: Juego de Tronos. Una producción al nivel de las grandes sagas cinematográficas del cine, atendiendo tanto a los recursos utilizados como al número de seguidores en todo el mundo. A casi nadie deja indiferente los apellidos Stark, Lannister o Targaryen. La producción con más nominaciones en la Historia de los Premios Emmy con 161, tendrá en 2022 su precuela: La casa del dragón (House of theDragon). Precisamente son los dragones el nexo de unión con la ciudad de Huesca, ya que las empresas oscenses Tecmolde y Shu Digital trabajaron con el equipo de arte de la mítica serie, construyendo calaveras de enormes dragones (de 7 metros de largo por 2 de alto), además de otras numerosas piezas.
Asimismo, según el historiador Alejandro Alagón, en las Crónicas de Francisco Diego de Aínsa, existen testimonios del hallazgo de huesos gigantes en 1554 al preparar los cimientos de la ermita de San Jorge, que la tradición popular atribuyó al dragón alanceado por San Jorge.
Por otro lado, desde Con Huesca recuerdan que, uno de los monumentos de la ciudad más querido por los vecinos y vecinas, y más fotografiados por los turistas es La casita de Blancanieves, en el Parque Miguel Servet. Construida hace 74 años (1947) y destinada, en un principio, como biblioteca infantil, nadie hubiese apostado por la querencia de la ciudadanía y por su resistencia en el tiempo, partiendo de una película de 1937, de Walt Disney, de dibujos animados (Blancanieves y los siete enanitos). Hoy en día aquellas pesetas de 1947 se han convertido en una gran inversión.