La provincia de Huesca y, en especialmente la capital, arrastra en los últimos meses un déficit hídrico que solo podrán compensar las tormentas que se puedan producir. En estos momentos tiene acumulados 272 litros, 120 menos de lo que sería normal a estas alturas del año. Este jueves, la mitad norte del altoaragón está en aviso naranja con zonas en las que se podrían recoger hasta 80 litros por metro cuadrado en una hora. Tormentas que mañana darán una tregua pero que podrían volver a ser fuertes la jornada del sábado. El balance hídrico de los últimos meses deja la provincia de Huesca en una situación más seca que el resto de Aragón.
Atrás queda una primavera con pocas precipitaciones y temperaturas normales. El verano que se aproxima nos dejará, un año más, temperaturas más altas de lo que se considera normal y se darán las precipitaciones normales de cualquier verano, en formato de tormenta, menos frecuentes pero no menos intensas.