Hace 30 años, bajo el gobierno del aragonesista Emilio Eiroa, nació el Instituto Aragonés de la Mujer para defender la igualdad en todos los ámbitos. Aunque se han producido muchos avances en estas décadas, se mantienen retos como combatir la brecha de género en los cuidados o lograr la igualdad real en los ámbitos laboral o deportivo. La lucha contra la violencia machista y el apoyo a las víctimas sigue siendo el principal ámbito de actuación del IAM.
Cuando en 1998 se puso en marcha la línea 900 solo se recibieron 33 llamadas el primer mes y ahora de media son 360. Los casos de violencia ahora afloran y más mujeres denuncian, pero el problema de base sigue en la sociedad. Por eso la consejera de Presidencia, Tomasa Hernández, aboga por trabajar la prevención y sensibilización desde la infancia y ampliar los recursos para proteger a las mujeres.
En el acto del aniversario, en la Sala de la Corona del Pignatelli, han participado las directoras del IAM a lo largo de estas décadas. En una mesa redonda se han conocido los testimonios de tres mujeres que han logrado romper techos de cristal en sus respectivos ámbitos.
Avance en la igualdad laboral
En esa mesa, Pilar Gil, que es estudiante del doble grado de Física y Matemáticas, ha animado a fomentar las vocaciones científicas o tecnológicas entre las jóvenes para eliminar la brecha en esas titulaciones, y Carolina Luna, directora general de cooperativa ganadera de Caspe, se ha referido a las dificultades que encuentran las mujeres en el ámbito del sector primario para acceder a puestos directivos o de responsabilidad, pese a su papel fundamental en el medio rural.
La directora de Estrategia del grupo Saica, Susana Alejandro, ha abogado por avanzar en el reparto equitativo de los cuidados de hijos o familiares, puesto que sieguen siendo asumidos mayoritariamente por mujeres, lo que dificulta su desarrollo profesional. También defiende las cuotas como herramienta para visibilizar el talento femenino.
Alejandro, que será la próxima presidenta de Saica, ha explicado que “en las empresas los marcos regulatorios ayudan con el tema cuotas en los consejos de administración, porque nos están abriendo puertas. Antes con formación y experiencia éramos invisibles y ahora las cuotas nos han hecho visibles. También creo que nos tienen que promocionar por estar preparadas, no por ser mujeres”.