Ibercaja obtuvo el año pasado 23,6 millones de euros de beneficio neto, un 71,9% menos que en el ejercicio anterior. El motivo, las provisiones adicionales de 90 millones de euros para hacer frente a los efectos adversos de la pandemia y por los gastos de 151 millones de euros para cubrir el ERE que prevé la desvinculación de 750 trabajadores.
En este entorno, la entidad financiera ha mantenido un elevado nivel de actividad, incrementando los recursos de clientes en un 8% hasta los 65.411 millones de euros, y ha aumentado la solidez financiera de su balance. Además, mantiene una elevada posición de liquidez con 14.959 millones, y una cobertura de los activos problemáticos del 62,2%. En un año marcado por la pandemia, Ibercaja se ha encargado de cubrir las necesidades de clientes, autónomos, pymes y empresas vulnerables.