El 29 de octubre es el Día Mundial del Ictus. El ictus es la primera causa de muerte en mujeres y la tercera en hombres en Aragón, también la segunda causa de demencia. En nuestra comunidad se producen entre 8 y 10 ictus al día, 2 de los que lo padecen fallecen y 3 sufren secuelas graves, como la disfagia o la afasia. La Asociación Ictus de Aragón (AIDA) recuerda que el 80% de los ictus se podría evitar controlando los factores de riesgo, en especial la hipertensión arterial y el tabaquismo.
Cada año se hospitalizan en Aragón 2000 ictus isquémicos y 500 hemorrágicos, y las víctimas comprenden todas las edades. Los síntomas de alarma son la desviación facial, la debilidad en una extremidad, la alteración del lenguaje, la pérdida de la vista o un fuerte dolor de cabeza. Si se detecta uno de estos síntomas, desde AIDA recomiendan llamar al 061 para activar el conocido protocolo ictus. Javier Marta, jefe de neurología vascular del Hospital Miguel Servet, incide en la importancia de actuar ante la detección de estos síntomas: "Acortar tiempos es disminuir lesión y mejorar el pronóstico en autonomía y en vida".
Los medios que se disponen para reducir los daños de un ictus son la fibrinólisis, un procedimiento para evitar la formación de trombos, y la trombectomía, que es la extracción del trombo que afecta al vaso sanguíneo. Estos procesos requieren guardias de 24 horas, por lo que no se pueden dar en todos los hospitales.
El ictus ha pasado de ser un accidente cerebro-vascular súbito e inexorable a ser algo que puede revertirse. Sin embargo, desde AIDA inciden en prestar atención a los hábitos para controlar los factores de riesgo que podemos modificar para reducir las probabilidades de sufrir un ictus. Estos son la hipertensión arterial, la diabetes, la hipercolesterolemia, la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo y el enolismo.
