A la hora de pedir una hipoteca y que te la den, hay que cumplir ciertos requisitos. Como dice Luis Ignacio Fernández Irigoyen en “Economía a pie de calle”, para un banco, “cada nuevo cliente es un moroso en potencia” por lo que se realizan exámenes muy exhaustivos antes de aprobar una hipoteca. Aún así, desde las entidades bancarias se quieren cubrir por dos vías a la hora de cobrar el dinero prestado: quien solicita la hipoteca y, si esta opción falla, el avalista.
Pero, cuándo el banco pide avalistas, ¿Cómo hay que reaccionar? Luis Ignacio Fernández Irigoyen explica que depende de cada situación y expone diferentes supuestos:
- Te piden el aval de tus padres y tú no quieres: no digas que tues padres no quieren avalarte porque el banco desconfiaría de ti.
- Eres autónomo y te pide el Banco que tú avales el préstamo que le otorgan a tu Negocio: no te niegues porque si no el banco desconfiará de ti.
- Compras un piso y el piso avala la hipoteca concedida: solo será así si lo solicitado es menos del 80% del valor de tasación, si pides el 90 o el 100%, el banco te pedirá avalista.
- Si te toca avalar a un familiar o a un amigo: quizá lo puedas avalar solo por un 20% del total.
¿Hay que poner siempre un avalista? La respuesta de Fernández Irigoyen es clara: No. Recomienda que si se aportan las suficientes garantías, hay que luchar por no necesitar avalista.