El presidente y los consejeros del Gobierno aragonés, junto a los funcionarios autonómicos y las asociaciones de víctimas del terrorismo han celebrado este miércoles un homenaje, coincidiendo con el 25º aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco a manos de ETA. Los jardines del Edificio Pignatelli han sido el escenario de una ofrenda de flores, con las que se ha formado una enorme mano blanca.
El director del Instituto Aragonés de la Juventud, Adrián Gimeno, ha leído un manifiesto en el que ha recordado que, como sociedad, tenemos la obligación moral de evitar que ese episodio de nuestra historia caiga en el olvido e impedir que se modifique el verdadero relato de lo que sucedió.
"No puede haber el más mínimo atisbo de duda: debemos impedir cualquier otro relato de lo que los terroristas fueron y de lo que hicieron, que no fue otra cosa que asesinar y atentar contra la democracia; intentar destruir nuestra convivencia y romper cientos de familias con bombas y balas", ha afirmado.
"Los demócratas ganamos la batalla policial y social; ahora es inexcusable que ganemos también la batalla política e histórica. Se lo debemos a las víctimas. Debemos seguir defendiendo la libertad, la vida y la dignidad. Y para conseguirlo, hay que hacer llegar esta verdad desnuda y sin paliativos hasta quienes en el futuro serán la memoria viva de nuestro país: debemos llevar a las aulas y difundir entre los jóvenes lo que sucedió", ha finalizado Gimeno.