Fundación Basilio Paraíso

La inmigración aporta un saldo positivo a la economía aragonesa

Los extranjeros aportan 500 millones de euros al saldo fiscal neto. Aunque disfrutan de servicios básicos como la sanidad, es mayor su aportación por su participación en el mercado laboral

Redacción

Zaragoza |

Sanso, Villarroya y Óscar Lobera (miembro de la Fundación) durante la presentación del informe
Sanso, Villarroya y Óscar Lobera (miembro de la Fundación) durante la presentación del informe | Onda Cero

Un estudio de la Fundación de Basilio Paraíso sobre el impacto económico y social de la inmigración en Aragón demuestra que los extranjeros juegan un papel clave en el mercado laboral. Aunque hacen uso de la sanidad, de la educación de o las prestaciones de desempleo, tienen una alta participación en el mercado laboral. Por eso, aportan un superávit de 500 millones de euros al saldo fiscal neto. Contribuyen así al sistema de pensiones y a la recaudación fiscal.

El aumento de la inmigración va ligada al crecimiento económico y compensa la caída de la natalidad o la salida de aragoneses de la Comunidad. El estudio, elaborado en colaboración con el instituto universitario ESI, que lidera el profesor Marcos Sanso ―en base a microdatos del INE o de la EPA― refleja que en 2039 casi el 30% de la población aragonesa será extranjera.

Por eso, el informe destaca la necesidad de mejorar las políticas de integración para gestionar bien este aumento de inmigrantes, mediante el impulso de medidas para favorecer la inclusión social, el fomento de la formación o redes de apoyo para su inserción laboral, así como mayor coordinación entre las administraciones. El presidente de la Fundación, Jorge Villarroya, ha apelado a todos los agentes socieconómicos “a trabajar de manera conjunta para asegurar una integración exitosa que beneficie tanto a los inmigrantes como a la sociedad aragonesa en su conjunto”.

Cabe mencionar que los extranjeros con doble nacionalidad, procedentes en su mayoría de Latinoamérica, se asientan especialmente en Zaragoza y tienen trabajos de mayor calidad, frente a los que sólo tienen una nacionalidad, que son mayoría en Huesca y Teruel, y se dedican mayoritariamente al empleo doméstico o al sector primario.