Un edificio de la calle Cerezo fue adquirido por un propietario particular, dedicado a la construcción, a una entidad bancaria. Cuando se produjo la compra, el edificio ya estaba ocupado por varias personas. Según la abogada del nuevo propietario, Carmen Sánchez, algunos 'okupas' ya han desalojado el edificio a cambio de sumas económicas de entre 400 y 600 euros.
Una de las personas que habría recibido este pago es la mujer, de 67 años, sin embargo ayer llamó a la Policía Local denunciando que no podía entrar al piso en el que vivía y donde tenía todas sus cosas, incluida la insulina para tratar su diabetes, afirmando que el dueño le había quitado las llaves de forma violenta.
Cuando los agentes se personaron en el edificio comprobaron que no existía ninguna orden de desalojo del inmueble, por lo que solicitó al Cuerpo de Bomberos su intervención para facilitar el acceso de la mujer al piso. La abogada del propietario ha aclarado, además, que no se ha presentado ninguna denuncia por coacciones contra su cliente.