El objetivo de este protocolo es mejorar la atención a las personas con discapacidad que requieran un perro de asistencia, de manera que puedan seguir con su animal durante el traslado aun centro sanitario, siempre que sea posible y no suponga un riesgo para la atención médica.
La concejal de Bomberos y Protección Civil, Ruth Bravo, ha explicado que si a pesar de la dolencia por la que deba ser trasladado a un hospital, el paciente se encuentra en condiciones de llevar personalmente al perro hasta la ambulancia, podrá hacerlo.
En los casos en los que su estado no haga posible ir con el animal hasta la ambulancia, será el propio equipo sanitario el que se haga cargo. En ese caso la ambulancia cuenta con un espacio habilitado. Y siempre que el estado del paciente lo permita, podrá ir en la cabina con el perro a sus pies, siempre bajo la supervisión del equipo de emergencia.