El Hospital de Nuestra Señora de Gracia fue fundado el 27 de febrero de 1425 por el rey Alfonso V. Desde entonces, este equipamiento sanitario ha formado parte de la Historia de Zaragoza. En él ejerció la medicina en el siglo XVI el precursor de la Anatomía Patológica, Juan Tomás Porcell, en el siglo XVIII la catedrática Josefa Amar y Borbón o, ya en el siglo XIX, el Premio Nobel Santiago Ramón y Cajal. Pero además de su faceta científica, también fue pionero en lo social. En él se fundó la Hermandad de la Sopa o el primer Monte de Piedad, que fue germen de las cajas de ahorros.
El presidente del Comité Científico de la conmemoración, Javier Sada, que fue director gerente del hospital en los años 90, subraya la estrecha relación de esta institución médica con la Historia de Zaragoza. Sada también ha destacado el legado científico de estos seis siglos de investigación, así como el valor de la auténtica joya del hospital: su farmacia, una suerte de museo de la farmacología que cuenta con más de 2000 piezas catalogadas como recipientes de cerámica que siguen conteniendo plantas medicinales y ungüentos elaborados hace dos siglos.
El médico e historiador Luis Arcarazo ha subrayado, además, la relevancia histórica del Hospital de Nuestra Señora de Gracia durante Los Sitios de Zaragoza, siendo el único hospital de convalecientes al que iban a parar todos los heridos en los enfrentamientos con los franceses y que fue completamente destruido por un bombardeo del ejército de Napoléon al final del Primer Sitio, resultando masacrados más de 2000 heridos que estaban hospitalizados y el personal sanitario que los atendía. Sin embargo, se logró que resurgiera de sus propios escombros para continuar escribiendo su historia hasta la fecha.