La gran aspiración de José Manuel Cardiel es exponer su obra en el Guggenheim o en Arco. Después de tres décadas dedicados a la pintura como afición, ha dado el paso al nivel profesional de la mano de su marchante, Susana Cano, que ya trabaja para que sus cuadros sean expuestos en grandes museos contemporáneos.
Intelectual polifacético, colabora con varios medios de comunicación como tertuliano, es vicepresidente del Colegio de Médicos de Zaragoza y Cónsul Honorario de Honduras en la capital aragonesa. Pero es la pintura lo que actualmente ocupa sus principales inquietudes. Sobre todo, desde que la invasión de Ucrania por parte de Rusia le inspiró para plasmar el horror de la guerra en un cuadro que se hizo viral y llegó a exponerse en el Parlamento Europeo.
Sus cuadros y láminas se caracterizan por plasmar un gran colorido. Utiliza la técnica del dripping, que consiste en salpicar de colores el lienzo, aunque lo hace de un modo peculiar, ya que no usa pinceles, sino sus propias manos. También destaca su colección de más de medio centenar de vírgenes del Pilar.