Tras un curso atípico por la pandemia, los 6.600 estudiantes aragoneses que a partir del próximo martes se enfrentarán a las pruebas de la EVAU apuran los últimos días para repasar sus apuntes. Aunque los nervios no son buenos consejeros, el presidente de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía, Juan Antonio Planas, explica que cierto nivel de adrenalina activa el cerebro y puede ayudar.
Ese estado de nerviosismo que ayuda a la activación neuronal se conoce como 'eustrés'. El peligro de afrontar este tipo de pruebas con ansiedad es el 'distrés', que genera confusión y sensación de bloqueo, algo que en lo que los alumnos no deben caer si han sacado adelante el curso.
Planas comprende que exista una presión añadida entre aquellos alumnos que desean entrar en carreras como las sanitarias, donde serán necesarias las calificaciones más altas, pero también recomienda tomárselo con calma porque cuando se cierra una puerta se puede abrir una mejor.