Los guardias civiles han explicado que lo encontraron tendido boca abajo a los pies de un árbol, portando las armas sustraídas a los compañeros asesinados y un machete de grandes dimensiones. Aseguran que no presentaba ningún indicio de ansiedad o nerviosismo y que al confirmar que había bebido lo sometieron a las pruebas de alcoholemia con resultado positivo, pero sin superar los 0.50 mg/l de alcohol en aire espirado.
También han prestado declaración los agentes de la Policía Judicial, que a preguntas del abogado de la defensa, Juan Manuel Martín Calvente, han asegurado que en todo momento se preservó la cadena de custodia sobre los efectos que le fueron intervenidos a Feher tras su detención. Se trataba de varias mochilas en las que se encontraron ordenadores, teléfonos móviles, así como todos los objetos y las dos pistolas robadas.
La sesión de la mañana ha concluido con la declaración del subdirector médico de la prisión de alta seguridad de Zuera, que ha explicado que el preso solo fue tratado de una gastritis cuando llegó al centro. A partir de las cuatro y media de la tarde testificarán varios agentes del Seprona y la viuda de José Luis Iranzo, Eva Febrero.