Feher ha llegado a las 9 y 20 de la mañana escoltado por varios coches de la Guardia Civil y la Policía Nacional en un furgón blindado desde la prisión de Zuera, donde pernoctará mientras dure el juicio. Tras constituirse el jurado popular, compuesto por 9 personas, el exmilitar serbio ha accedido a la sala, donde se ha introducido dentro de la cabina blindada que se construyó especialmente para él con motivo del juicio por el caso Albalate, que se celebró el año pasado.
Su abogado defensor, Juan Manuel Martín Calvente, solicita la libre absolución, alegando neurosis de guerra y que no se salvaguardó la escena del crimen por lo que considera que no puede ser condenado.
En la causa se han personado siete acusaciones correspondientes a las familias de las tres víctimas, el sindicato UAGA, al que pertenecía José Luis Iranzo, y la AUGC, que piden en bloque la prisión permanente revisable, un máximo de cuarenta años de cárcel. El abogado de la familia del Guardia Civil Víctor Romero, Jorge Piedrafita, ha desmontado el argumento de la defensa asegurando que Feher no puede padecer neurosis de guerra porque no habría sido capaz de ejecutar los asesinatos de la manera en la que los cometió.
El Ministerio Público también solicita la prisión permanente revisable y por cada uno de los tres asesinatos penas de 25 años, 15 años por tenencia ilícita de armas y tres por robo con violencia. La fiscal general de la APT, María Isabel Buj, ha cargado las tintas en la alevosía con la que cometió los asesinatos.
Las penas solicitadas en Teruel se suman a la cadena perpetua en Italia por dos asesinatos y otros 21 años de prisión por los dos intentos de homicidio de Albalate.
Declaración Ígor el Ruso
Norbert Feher continúa declarando en la Audiencia Provincial de Teruel, donde esta mañana ha arrancado el juicio por el triple crimen de Andorra. No solo ha reconocido los crímenes, sino hasta 23 identidades falsas, algunas de ellas vinculadas a una organización criminal italiana. El ex militar serbio también ha insistido en que llegó a España desde Italia en bicicleta.
Las acusaciones han intentado demostrar que Feher era plenamente consciente de sus actos en el momento de los hechos. A preguntas de la fiscal, el asesino confeso ha respondido que los diecisiete disparos a los guardias civiles los hizo a dos manos, como si llevara una metralleta y que todo fue por conservar una Biblia. Por su parte, el abogado de la familia Iranzo, Enrique Trebolle, considera justificado que Feher no actuó en defensa propia sino que su intención era matar.
Mañana será el momento de los testigos, entre ellos el padre del ganadero José Luis Iranzo.
