Mientras varios miembros del personal sanitario del Hospital Clínico Universitario trataban de inmovilizar a un paciente, éste reaccionó violentamente agarrando de un brazo a la celadora y retorciéndoselo hacia la espalda, lo que le provocó graves lesiones por las que tuvo que ser operada y pasar 210 días de baja médica.
El acusado ha sido absuelto del delito de atentado a personal sanitario y de lesiones por la eximente de trastorno mental transitorio, aunque ha sido condenado a compensar a la víctima por las lesiones con 14.700 euros más 500 euros por las secuelas. La responsable de Sanidad de CISF, Jessica Fessenden, ha aplaudido esta condena porque pone de manifiesto que agredir a un profesional de la Sanidad no puede salir gratis.
Sin embargo, el Fessenden ha señalado que el condenado ha sido declarado insolvente, por lo que el sindicato continuará la vía judicial interponiendo una reclamación patrimonial contra la administración como responsable de su inacción el día de los hechos. También siguen reclamando que se incrementen las medidas que garanticen la seguridad de los trabajadores en el ámbito sanitario.