Y es que un cambio en el articulado para fusionar abuso y agresión sexual ha modificado a la baja algunas condenas. El presidente del Gobierno aragonés, Javier Lambán, cree que es un problema serio y grave, aunque confía en que pueda solucionarse. Además, prefiere no hacer sangre con la ministra de Igualdad, Irene Montero, y no ha exigido su dimisión.
La directora del Instituto Aragonés de la Mujer, María Goicoechea, pide prudencia y señala que la prioridad es proteger a las víctimas. En este sentido, abre la puerta a una nueva modificación de la norma.