Durante la sesión de control al Gobierno celebrada este jueves en las Cortes de Aragón, Vox ha defendido que podrían haberse evitado muchas muertes en Aragón si los gobiernos nacional y autonómico hubieran logrado conseguir más pruebas diagnósticas desde el inicio de la epidemia. De esa forma, explican, se habría logrado un diagnóstico más temprano para los enfermos y se habrían cortado las cadenas de transmisión del virus.
El presidente Lambán, sin embargo, niega que realizar más test hubiera salvado vidas, porque asegura que a todos los enfermos con síntomas de coronavirus se les ha atendido igual, aunque no se les practicara el test o incluso si éste daba negativo. El líder de Vox, Santiago Morón, cree que Lambán está intentando disculpar a Pedro Sánchez por su mala gestión en la compra de pruebas diagnósticas. Sin embargo, Lambán asegura que "las vidas de los aragoneses están por delante de salvar políticamente a Sánchez".
MALESTAR POR EL PLAN NACIONAL DE DESESCALADA
Durante esta sesión, el presidente aragonés ha reconocido que no le gusta la estrategia de desconfinamiento nacional. Cree que utilizar la provincia como unidad de acción es una solución “artificial” y va a intentar que se modifique ese criterio, para que la desescalada comience en los pueblos. Primero hablará con todos los grupos políticos y con los sectores económicos, y el domingo trasladará una posición conjunta de Aragón en la conferencia telemática de presidentes.
El propio plan nacional de desescalada incluye fórmulas legales para que los territorios puedan plantear cambios, algo a lo que se agarrará el Gobierno de Lambán. Lo ha explicado en la respuesta a una pregunta del líder de Ciudadanos, Daniel Pérez.
Además, el Gobierno aragonés reclama al Ejecutivo de Pedro Sánchez un Plan extraordinario de financiación, con aportaciones a fondo perdido y una flexibilización del déficit. El objetivo es fortalecer los servicios públicos y reactivar la economía, con medidas que se articulen en la Mesa Técnica para la Reconstrucción Social y Económica de Aragón. Esa mesa, sin embargo, tiene muy descontento al principal partido de la oposición.
El líder del Partido Popular aragonés, Luis María Beamonte, ha recriminado al presidente autonómico, Javier Lambán, la falta de concreción en ese órgano. Cree que pierden el tiempo y apuesta por trasladar a las Cortes el debate sobre esas medidas, lo que supondría dejar fuera a empresarios y sindicatos. Lambán insiste en que esa mesa es el foro más adecuado para pactar una respuesta a esta crisis.
Por otro lado, el presidente Lambán se ha comprometido a mejorar la seguridad de los trabajadores durante esta desescalada, elaborando guías de recomendaciones para sectores estratégicos, reforzando la acción de los inspectores y fomentando el teletrabajo. El diputado de Izquierda Unida, Álvaro Sanz, le ha exigido que se replanteen las políticas de prevención de riesgos, para evitar nuevos brotes como el de Binéfar. Lambán asegura que han aprendido de los errores y confía en que la letalidad del coronavirus entre esos trabajadores “se aproxime a cero”.
