Alrededor de 9.500 aragoneses llevan más de seis meses esperando para ser operados en la sanidad pública. Esa cifra, correspondiente al mes de mayo, supone un fuerte incremento respecto a abril, cuando había unos 7.200 pacientes en la lista de espera quirúrgica, y más aún respecto a febrero, antes de la epidemia de coronavirus, cuando eran 3.500. Lo ha avanzado en las Cortes la consejera de Sanidad, Sira Repollés, que sigue trabajando en la elaboración de un Plan de Choque, con la participación de todos los hospitales.
Ese plan incluirá una mayor contratación de profesionales, reduciendo la temporalidad en las plantillas, y una optimización de los quirófanos, que serán usados por las tardes y durante todo el verano. La consejera reconoce que la pandemia ha agravado el problema de las listas de espera y solo podrán solucionarlo con medidas a largo plazo, que logren revertir la tendencia de aquí a 2022.
La cuestión de las listas de espera ha sido objeto de debate en la sesión de control al Gobierno que se ha celebrado en las Cortes de Aragón. La diputada de Ciudadanos, Susana Gaspar, recuerda que no es un problema puntual, aunque se agrave en situaciones concretas, como la crisis sanitaria o cuando llega el verano. Por eso, cree que las medidas a corto plazo no solucionan el problema. Insta a promover conciertos con la sanidad privada para reducir las esperas y a adoptar medidas estructurales, tal y como recogía el acuerdo del Gobierno cuatripartito.
La consejera de Sanidad ha explicado que priorizarán la colaboración con hospitales públicos, en concreto, con la MAZ y el Hospital Militar. Repollés recuerda que Aragón es una de las comunidades autónomas que menor gasto sanitario destina a la externalización de servicios, aunque, en cualquier caso, mantendrán los conciertos con hospitales privados que se han venido realizando los últimos años.