¿Qué es lo que inicia la degeneración neurológica de un paciente de Alzheimer? Esta es la gran pregunta a la que, desde que se puso nombre a la enfermedad, buscan respuesta los investigadores para dar con un remedio. Por el momento, sólo es posible tratar a los pacientes para que el proceso se ralentice y ganar algunos años de calidad de vida.
A esta búsqueda, el presidente de la Federación de Asociaciones de Familiares de Enfermos de Alzheimer, Amador Marín, la denomina 'la chispa': el momento exacto en el que un factor desconocido pone en marcha un deterioro imparable que acaba borrando por completo los recuerdos de una vida. La esperanza de futuros pacientes pasa por un diagnóstico precoz que, con tratamiento farmacológico y hábitos saludables, permita que el avance degenerativo sea más lento.
Tarde o temprano, los enfermos de Alzheimer, se convierten en personas dependientes, una condición que tiene un gran impacto en el entorno familiar, especialmente en los cuidadores más directos, tanto en la carga emocional como en la económica, ya que, según Marín, el 85% de los costes recaen en la familia. Por eso, en el Día Mundial del Alzheimer, el presidente de esta federación también pide más recursos para cuidar de los cuidadores.