En 1996, acercándose el centenario del cine en España, el entonces concejal de cultura, Juan Bolea, encargó a Luis Alegre la organización de una serie de ocho charlas de nombres propios del cine español, aunque tuvo tal repercusión que se siguió celebrando hasta que Luis Alegre tuvo que irse a Madrid por trabajo.
En aquella primera época, el ciclo se tituló 'Yo Confieso', y se convirtió en 'La Buena Estrella' cuando regresó a Zaragoza y, la entonces vicerrectora de la Universidad, Nieves Ibeas, le ofreció retomar el ciclo en la institución académica.
Después de haber traído a Zaragoza a la flor y nata del cine español, Luis Alegre explica que el éxito del ciclo se debe a la fuerza que tiene el que el público tenga delante a actores o directores a los que admira y, además, pueda dirigirse a ellos, algo que también valoran mucho los protagonistas de las sesiones.