El agua que sale por el grifo de cualquier hogar zaragozano es una mezcla de agua procedente de Yesa y del Canal Imperial de Aragón. El porcentaje varía a lo largo del año. En las últimas semanas, por ejemplo, llegaba con el 54% procedente del Pirineo y el 46% del Canal. Actualmente, el porcentaje de agua del Canal ha aumentado hasta el 97% y el de Yesa ha bajado hasta un insignificante 3%, algo que los zaragozanos ya han notado en el sabor y olor del agua de boca.
Los trabajos de conexión que se están realizando en la tubería de Yesa por la construcción del futuro hospital privado del grupo Quirón se pueden prolongar hasta dos semanas, aunque el consistorio recalca que se tratará de aumentar la aportación de agua de calidad tan pronto como sea posible. No obstante, recuerda que el agua del Canal es totalmente apta para el consumo, aunque está más clorada, lo que altera su sabor.
Estas explicaciones no convencen a la Federación de Barrios de Zaragoza. Su portavoz, Juan Carlos Crespo, exige una solución al problema, ya que obliga al consumo de agua embotellada en muchas casas. La organización vecinal lamenta que esta molestia para los zaragozanos sea una consecuencia del trato preferente al proyecto del hospital privado de Quirón por parte del Ayuntamiento.