La vicepresidenta, Mar Vaquero no habla de alivio, pero sí reconoce que la amenaza y posterior confirmación de la ruptura de la coalición por parte de Vox nunca asustó al Partido Popular. Asegura que se ha mantenido la calma porque tenían claro que, de producirse la ruptura, el proyecto debía continuar y para ello sería necesaria una restructuración rápida de las competencias abandonadas por Vox. Una restructuración donde Mar Vaquero gana peso político y de la que llama la atención el traspaso de las competencias de Educación, que asume Tomasa Hernández. La vicepresidenta ha aclarado que no se trata de un cese encubierto de la anterior consejera, Claudia Pérez, que asume la nueva cartera de Empleo, Ciencia y Universidad.
Vaquero cree que su ex socio ha cometido un error con su decisión de romper con el Partido Popular porque durante los últimos once meses han conseguido trabajar bien juntos, han resuelto sus diferencias y han logrado que las fricciones que han suscitado las polémicas más sonadas no hayan definido la acción del gobierno.
Critica el discurso de Vox criminalizando a los menores inmigrantes y duda de que la cuestión migratoria sea la auténtica razón detrás de la decisión de Santiago Abascal, que más parece responder a una estrategia con objetivos electorales. No cree que la nueva situación deba suponer que haya cambios en todas las direcciones generales que controlaba Vox, y descarta que se vaya a poner freno al Plan de Concordia impulsado tras la derogación de la Ley de Memoria Democrática porque también estaba incluido en el programa del PP, al considerarla una ley de bandos.
