Rafael Vidaller, Agente para la Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón, destinado en Sabiñánigo, en el Alto Gállego, cuenta cómo son las marmotas que tenemos en Aragón. Unos animales que no existieron hasta la década de los 60.
Fue en 1948 cuando los franceses comenzaron a soltar marmotas procedentes de los Alpes y de ahí pasaron a Aragón por el Valle de Otal en 1962. Son animales que no se pueden cazar por lo que es fácil verlos. Ahora es más complicado por la presencia de perros de turistas en el Valle, que sí les han dado algún susto.
Las marmotas suelen pesar unos cuatro kilos, son rechonchas y tienen su carácter si se intenta cogerlas. Son roedores y se alimentan de la hierba. Y duermen, aproximadamente, desde El Pilar hasta San Jorge.