DÍA MUNDIAL

Más de 1.500 aragoneses padecen esclerosis múltiple

La Fundación de Esclerosis Múltiple en Aragón (FADEMA) recalca la importancia del diagnóstico temprano de esta enfermedad con el lema 'El Tiempo es Oro'. El Centro de Neurorehabilitación que gestiona esta fundación atiende cada año a unos 250 pacientes.

José Antonio Alaya

Zaragoza |

El parentesco entre la esclerosis múltiple y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) sigue causando confusión entre quienes resuelven sus dudas cuando se habla de estas enfermedades preguntando si 'esa' esclerosis que le han diagnosticado a alguien es la mala o la otra. Podría decirse que la múltiple es 'la otra', si contamos con que la ELA es particularmente cruel, devastadora y letal. Pero las comparaciones son odiosas, y la dureza de la ELA no hace que la esclerosis múltiple sea una enfermedad para nada amable.

Teresa Ferraz, directora de la Fundación de Esclerosis Múltiple en Aragón, cuenta que se trata de una enfermedad autoinmune que ataca al sistema nervioso, dañando la mielina de las células nerviosas, lo que provoca alteraciones de distinta gravedad en todo tipo de funciones: motoras, cognitivas o sensoriales. El paciente nunca sabe qué sentirá en el siguiente brote ni cuándo llegará. Unas 1500 personas en Aragón están diagnosticadas y más de 250 reciben algún tipo de atención en el Centro de Neurorrehabilitación de FADEMA.

La esclerosis múltiple puede manifestarse en sus primeras etapas con síntomas aparentemente leves, como visión borrosa o molestias al caminar. Son esos síntomas los que llevan al paciente a la consulta por primera vez. En ese momento es determinante que el mecanismo sanitario funcione perfectamente para dar con un diagnóstico a la mayor brevedad. Hacerlo en los seis primeros meses desde que se manifiesta puede suponer una gran diferencia en la calidad de vida del paciente.