Los consumidores disponen de 15 días para reclamar la devolución del dinero que han adelantado, por ejemplo, para acceder a eventos como los cotillones de Nochevieja. Las cancelaciones suspendidas por la empresa, aunque sea en cumplimiento de una orden de la Administración, suponen la situación más clara para cualquier consumidor, según el presidente de la Unión de Consumidores de Aragón, José Angel Oliván.
Otra posibilidad es que sea el cliente quien solicita la anulación del servicio. Si se trata de una causa de fuerza mayor, como ser positivo de covid, contacto directo de positivo o cuidado de enfermos, también se puede exigir la devolución del importe adelantado, sin ningún tipo de penalización.
La situación más complicada se da en los casos en los que no hay cancelación, pero se modifican las condiciones, como horarios o aforos. En estos casos, el cliente tiene derecho a la devolución de la parte del servicio que no se presta, por lo que hay que llegar a un pacto con la empresa para valorar una compensación por la parte del servicio que no se disfrutará. En caso de no alcanzar un acuerdo, el afectado puede recurrir a los servicios del Gobierno de Aragón o a las asociaciones de consumidores.