La mayoría de estos efectivos desarrollan esta tarea en una de las zonas más afectadas por las lluvias y las crecidas, la localidad valenciana de Catarroja. Mientras tanto, continúa la evaluación de daños en distintos municipios de las provincias de Teruel y de Zaragoza. En Teruel, continúan con las labores de limpieza y restitución de infraestructuras tras el paso de la DANA, hoy muy pendientes de cómo pueden afectar los últimos coletazos a la zona más oriental de la provincia, limítrofe con Tarragona. Mientras tanto se han recuperado las comunicaciones en la Hoz de la Vieja y en Olba, donde los escolares han podido volver a clase, y la buena noticia es que el pantano de Calanda se encuentra casi al 80% de su capacidad y ha habido que hacer un desembalse controlado para evitar problemas.
Unos problemas que siguen creciendo en Montalbán, donde las máquinas no han dejado de trabajar en todo el fin de semana. Hasta 7.000 toneladas de escombros han sacado de la rambla, y todavía quedarán otras cinco mil. Ahora preocupa el mal estado que presentan algunas viviendas que amenazan con derrumbarse y la situación que presenta el cauce del río
En la provincia de Zaragoza, también están evaluando los daños de la DANA, en especial en la Cuenca del Río Piedra. En la localidad de Cimballa, las intensas lluvias han afectado a las comunicaciones por carretera. Además, unas doce viviendas se inundaron por la crecida de cauces. El alcalde de Cimballa, Cecilio Roy, reclama a la Confederación del Ebro una limpieza integral del río y obras para evitar el impacto de nuevas crecidas.
La DANA ha dejado impracticable uno de los lugares más turísticos de la provincia de Zaragoza, el Monasterio de Piedra, en el término de Nuévalos. Este puente, preveían recibir a unas 8.000 personas. A consecuencia de las lluvias de la mitad de la semana pasada, el río Piedra aumentó su caudal hasta cerca de 50 metros cúbicos por segundo, anegando el parque y el jardín histórico. Está por ver si las administraciones colaboran, y el impacto laboral de un cierre que se prevé de varios meses.
Los accesos, senderos y escaleras, así como el resto de la infraestructura básica en el Monasterio de Piedra han quedado totalmente destruidos. La responsable de comunicación, Clara Gormedino, recuerda que ya en septiembre las lluvias causaron destrozos que obligaron a cerrar durante un mes. Ahora todas las reparaciones han quedado otra vez destruidas.