En las residencias de personas mayores de Aragón ya se ha iniciado la campaña de vacunación conjunta de la gripe y cuarta dosis del Covid-19, que se prolongará durante dos semanas. El personal de enfermería de los Centros de Salud de referencia se desplazará cada día a esas residencias con el objetivo de inocular a los 16.500 mayores institucionalizados y a los 6.000 trabajadores de los centros.
Vacunación en Zaragoza
En Zaragoza los representantes de Sanidad han citado a los medios en el inicio de la campaña en la residencia Elías Martínez. Allí, los viales recibidos han permitido a vacunar a 25 del total de 160 usuarios.
En ese centro, el 95% de los mayores ha consentido recibir las dos dosis. Los usuarios han explicado que en general, sufren más los efectos secundarios de la vacuna contra la gripe, que en algunos casos, llevan años recibiendo. Además, ven necesario protegerse frente a una posible doble infección.
Vacunación fuera de las residencias
El 5 de octubre, los mayores de 80 años que no viven en residencias podrán solicitar la vacunación conjunta a través de la app de Salud Informa y el día 10 comenzarán a inocularse las dosis en los Centros de Salud.
De aquí a diciembre, Sanidad espera alcanzar a una población diana de 350.000 personas, entre mayores de 80 años, personal sanitario y sociosanitario, y personas vulnerables.
Dosis disponibles
Aragón tiene consignadas 350.000 dosis que se irán recibiendo paulatinamente gracias a una inversión de cerca de 4 millones de euros. La consejera de Sanidad, Sira Repollés, confía en igualar las cifras históricas de vacunación contra la gripe del año pasado, que alcanzaron el 75%, ante la previsión de un otoño en el que puede repuntar la incidencia de esa patología.
Repollés considera esencial que la vacunación se centre en las personas más vulnerables. Además, ha incidido en que estarán más protegidas gracias a las nuevas dosis adaptadas a las variantes del Covid.
En las residencias, poco a poco van volviendo a la normalidad tras un periodo muy difícil. La mayoría de los usuarios ya no llevan la mascarilla. Un elemento de protección que, no obstante, deben usar las personas que visitan los centros. La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, recuerda que la decisión de eliminarla depende de Sanidad, pero apuesta por mantener la prudencia.