Luis Tobajas nos trae un #DesafíoViajero que comienza con leyenda y termina con historia real. Cuenta la leyenda que en el norte de Lituania había un agricultor cuya hija estaba muy enferma, el hombre subió a una colina y ahí se le apareció una mujer vestida de blanco. La mujer le dijo que si colocaba una cruz, su hija sanaría. Y así ocurrió.
En 1831, durante la rebelión de los lituanos contra los rusos zaristas, colocaban una cruz por cada cadáver lituano que no aparecía tras la guerra, así fueron aumentando el número de cruces en la colina y el Zar intentó todo para arrasar con estos símbolos. Cortaron accesos, plantearon presas para que la gente no pudiera llegar, pero no servía de nada.
Las cruces continuaban llenando la colina y en 1993, Juan Pablo II declaró esta colina como lugar de fe y esperanza. Se ha convertido en lugar de identidad nacional y se pueden ver cruces cristianas, símbolos del Islam, judíos e inscripciones en todo tipo de materiales.