Los 12,8 kilómetros del último tramo de la A-22 Huesca-Lérida tendrán un coste de 51,3 millones de euros. El Mitma ha tenido que aprobar un modificado con un sobrecoste de 4,5 millones por la necesidad de ocupar más terrenos de los previstos para reponer líneas eléctricas. Asimismo, el proyecto contempla la actualización de la reposición de numerosos servicios afectados para su adecuación a la realidad de la obra, modificaciones en los encauzamientos, elementos de drenaje, sistemas de contención y un cambio en la configuración de uno de los enlaces, entre otros aspectos. El sobrecoste supone un 10% más con respecto al precio de la adjudicación inicial.
El trazado atraviesa los términos municipales de Siétamo, Loporzano, Quicena y Huesca. En los primeros 8 km se construye una autovía de nuevo trazado, mientras que para el resto se llevará a cabo un desdoblamiento por el lado norte de la carretera N-240 a lo largo de la Ronda Norte de Huesca, hasta la conexión con la autovía A-23. Con este tramo, largamente demandado, puesto que soporta una media de 11.000 vehículos diarios, se completará la autovía A-22 a Lérida.