La exposición de los bienes de Sijena vuelve a abrir sus puertas esta semana, después de dos años y medio de obras. La reforma de más de 2 millones de euros impulsada por el Gobierno de Aragón duplica la superficie de los antiguos dormitorios del monasterio, pasando a ser un museo en el que se exponen 45 de las 95 piezas recuperadas tras un litigio de varios años con las administraciones catalanas. Las últimas obras llegaron en diciembre de 2017 desde el Museo de Lérida.
Todavía faltan las pinturas de la sala capitular del monasterio, a la espera de que se resuelva el recurso presentado al Supremo por la Generalitat y el Museo Nacional de Arte de Cataluña en 2020. El alcalde de Villanueva de Sijena, José Jaime Castellón, ha explicado que se trata de una “exposición viva”, donde las piezas se irán cambiando.
Entre los bienes recuperados en esta primera exposición, destacan los sepulcros de las Prioras, las puertas mudéjares y la tabla del retablo gótico que se encontraba en el Museo de Zaragoza, así como los relicarios.
