La pandemia ha tenido un fuerte impacto laboral especialmente entre las mujeres, según se desprende del informe anual del sindicato UGT Aragón. Actualmente, el 63% de los parados de larga duración son mujeres, y pese a que casi el 50% de las ocupadas tienen titulación superior, frente al 35% de los hombres, ellas tienen trabajos más precarios y parciales.
Las brechas se inician en a educación, ya que apenas el 15% de los estudiantes de grados técnicos o vinculados a las nuevas tecnologías son mujeres, por lo que están quedando a nivel formativo fuera de la economía del futuro. El secretario general de UGT-Aragón, Daniel Alastuey, explica que por eso uno de los problemas que sufren las mujeres es el de la sobrecualificación.
Además, las mujeres asumen todo el peso de los cuidados. Nueve de cada diez excedencias por esta cuestión son solicitadas por las mujeres, que tienen que ver interrumpida su carrera profesional, lo que afecta a sus pensiones. Por eso UGT solicita modificaciones legislativas para que no se vean penalizadas.
Poco a poco se nota la incorporación de las mujeres al mercado laboral en las pensiones. El 50% de las mujeres cobran prestación por jubilación frente al 40% que reciben la pensión de viudedad. La brecha salarial también se ha reducido pero sigue siendo muy evidente en trabajos esenciales del ámbito privado, como alimentación o comercio.