El Museo Diocesano de Huesca, el primer museo de Aragón de arte sacro, se consolida como el espacio más visitado de la ciudad y el más valorado por los visitantes. En 2024 las visitas a este espacio aumentaron un 7%. Así lo ha señalado la directora del Museo tras la presentación de los actos para celebrar el 75 aniversario de la fundación del Museo, que en 1950 selló el entonces obispo Monseñor Lino Rodrigo Ruesca. El año pasado tuvo más de 41.000 visitantes en su mayoría de procedencia nacional pero también llegados de distintos países europeos.
El Museo cuenta con un inventario que ronda las cuatrocientas piezas en su exposición a las que se suman las que se guardan en el almacén y que alcanzan las 1.500. Según Villacampa es "una colección viva y que va en aumento gracias a las donaciones y a los depósitos realizados por particulares". Para celebrar el 75 aniversario se han organizado varias actividades como la difusión de un vídeo creado a través de IA, para promocionar el contenido del Museo, a lo que se sumarán charlas, visitas, montajes audiovisuales y un acto central en mayo coincidiendo con la fecha de su fundación.
Implicación del tejido empresarial
Por otro lado, la directora del Museo Diocesano pide la implicación del tejido empresarial oscense con este centro de arte sacro para ayudar a dinamizar la colección e incrementar el turismo en la ciudad. El Museo solo cuenta con dos trabajadores en nómina y el resto son voluntarios que atienden la recepción de visitantes y colaboran también en labores de gestión, de coordinación, administración y de catalogación, archivos y biblioteca. Según Villacampa, se necesitaría un restaurador en plantilla para poder recuperar obras que se encuentran en el almacén y seguir aumentando la colección. Otras demandas son audioguías o accesos para minusválidos.
Villacampa agradece la labor voluntaria y la aportación de los miembros de la Asociación de Amigos del Museo, pero hay mucho trabajo por hacer y por ello reclama la implicación del tejido empresarial. Y es que el contenido del Museo Diocesano es sin duda un atractivo turístico y por ello propone llegar a acuerdos con empresarios de comercio y hostelería para poder prolongar las estancias de los visitantes en la ciudad. "El Museo Diocesano de Barbastro es un ejemplo a seguir ya que cuenta con gran cantidad de socios protectores de su entorno (bodegas, hostelería, comercio local...) que apoyan con recursos económicos y otras actuaciones para dar visibilidad a este espacio. En este sentido, creemos que podemos lograr el mismo compromiso de la sociedad oscense", ha explicado Villacampa.