Salud pública, salud mental y crecimiento económico son las tres premisas sobre las que Gobierno Central y Comunidades Autónomas tratan de hallar un punto de equilibrio, que podría pasar por reducir las cuarentenas en los casos de contagio por covid, una medida que algunos expertos no acaban de tener clara.
El epidemiólogo de la Universidad de Zaragoza, Nacho de Blas, señala que los protocolos sanitarios no deben cambiar por criterios políticos o económicos y recuerda que la reducción se plantea ante el comportamiento de la variante Omicron, que es predominante en algunas comunidades, pero no en Aragón, donde la más presente, con más de un 70%, es la Delta, que tiene una ventana de infecciosidad mucho más amplia; por lo que reducir los días de aislamiento entrañaría un riesgo adicional.
De Blas ha explicado que, en el escenario actual, es imprescindible cortar las cadenas de transmisión, por lo que, aunque son impopulares, restricciones para limitar movimientos, junto a reducción de horarios y aforos, son las únicas medidas que han resultado ser eficaces para contener olas anteriores