Han pasado cuatro años desde que empezaron a llegar las primeras noticias sobre la aparición en China de un virus que en pocos meses iba a provocar no sólo una crisis sanitaria y centenares de miles de muertos en todo el mundo. También el desmoronamiento de aspectos considerados inamovibles en nuestro modelo de vida. La pandemia puso al descubierto la auténtica vulnerabilidad de los seres humanos.
Es de ese desmoronamiento de 'aquello que dábamos por bueno' de donde surgen estas páginas. La pandemia es el escenario de fondo de un libro que, según Nacho Cardero, no es una crónica periodística, ni un ensayo, ni una novela; aunque tenga un poco de todo ello. En 'Aquello que dábamos por bueno' Nacho Cardero alterna sus reflexiones sobre el impacto de la pandemia o la Guerra en Ucrania con el relato de experiencias personales que le han dejado huella en este período de tiempo: el nacimiento de su hija, aún en tiempos de restricciones por la pandemia, y en pleno paso de Filomena, y el fallecimiento de su padre por covid.
Cardero es crítico con la polarización de la vida política, la pérdida de la convivencia de las ideas. No elude una mirada igualmente crítica al papel de los medios de comunicación, especialmente a los que han cedido a las presiones de sus propios seguidores, que exigen un periodismo más cercano a la militancia en su bando que a contar la verdad. Sin embargo, su mensaje final es optimista. Cree que en los últimos daños se ha dado un paso atrás que, a la larga, permitirá dar un salto hacia adelante.