Natalia Chueca vivió los primeros años de su vida en el barrio de Delicias, hasta que su familia se mudó al entorno de la Puerta del Carmen. Fue al colegio Santa Rosa, y después en el Compañía de María. Vivió de cerca el esfuerzo que supone mantener un pequeño negocio a diario, algo que seguramente la llevó a formarse en el mundo de la gestión empresarial y el marketing.
A la edil popular le gusta, sobre todo, el pop-rock en español: Fito y Fitipaldis, Melendi o el Canto del Loco forman parte de la banda sonora de su vida. Dice manejarse con soltura en la cocina, aunque las paellas se las deja a su madre, de quien dice que está viviendo estos días con una grandísima emoción. Le gusta pasear o salir a correr por el Parque Grande, el Parque del Agua y la zona del Canal, y si hace una escapada procura que sea al Pirineo.
De su nuevo cargo, confiesa que aún se está acostumbrando a cambios como tener escolta. Recuerda con cariño las ocasiones en las que su tío y padrino, Víctor Muñoz, la recogía de pequeña en la guardería cuando salía de los entrenamientos. Como jefa, le gusta rodearse de personas que sepan más que ella en cada uno de sus campos, marcarles objetivos y plazos, y darles libertad para trabajar, aunque exige resultados.