El pequeño Adriel llevaba cinco años sufriendo crisis epilépticas que le impedían llevar una vida normal. Estaban provocadas por el síndrome de Rasmussen, una enfermedad neuronal muy rara de la que fue diagnosticado a los ocho años por el servicio de neuropediatría en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
El niño no respondía a los tratamientos farmacológicos cuando sufría las fuertes convulsiones que llegaban a durar hasta ocho horas. Tras años de médicos, diagnósticos y varios tratamientos fallidos, recaló en el hospital Sant Joan de Déu de Barcelona donde fue intervenido con la ablación termal por laser, que consiste en introducir una sonda en el cerebro del pequeño y aplicar calor repetidamente sobre el foco que causa la epilepsia hasta destruirlo. Una técnica de la que se han beneficiado poco más de 20 niños de toda España siendo Adriel uno de ellos.
Fue en octubre y, desde entonces, no ha vuelto a sufrir ninguna crisis epiléptica. El neurocirujano pediátrico que le intervino, Santiago Candela, nos ha explicado los beneficios de la técnica y sus posibilidades. Patricia Verón, madre del pequeño, nos ha contado la dureza de estos años y la calidad de vida que poseen ahora, especialmente Adriel, quien por fin puede vivir como un niño cualquiera.