Los incendios declarados desde el jueves en Barbastro, Pradilla de Ebro, Mainar, Grañén y Castelserás ya están controlados o extinguidos, habiendo afectado a unas 250 hectáreas en total. Sin embargo, el incendio más grave, el que afecta a Nonaspe y Mequinenza, continúa en fase de estabilización.
Los ayuntamientos de ambos municipios confían en que se dé por controlado en las próximas horas, y van a solicitar la declaración de zona catastrófica. El alcalde de Nonaspe, Joaquín Llop, ha explicado que han ardido cerca de 2.000 hectáreas, entre las cuales hay superficies de cultivo y masa forestal.