Un mes después del primer encuentro al que asistieron representantes de los municipios afectados por el incendio de San Agustín, que el año pasado arrasó alrededor de 4.700 hectáreas en la provincia de Castellón y 900 en Teruel, el objetivo ahora es profundizar en los planes de prevención.
Para ello se centrarán en la puesta en marcha de una fórmula jurídica que represente y englobe a todo el territorio para poder actuar durante los meses de invierno con el fin de evitar la propagación de incendios en los meses de mayor riesgo.
Consideran fundamental la colaboración con los gobiernos de ambas comunidades y por eso tienden la mano a sus representantes para trabajar de manera conjunta en las campañas de prevención que estimen convenientes.