Este lunes se vuelven a ofrecer en un nuevo llamamiento las plazas MIR que han quedado vacantes durante la primera fase del proceso en Aragón. De las 265 ofertadas, han quedado sin cubrir un total de 24. 22 de ellas corresponden a la especialidad de medicina familiar y comunitaria (que ha contado con 85 en total), que sigue siendo la menos demandada. Han quedado plazas en Calatayud, Barbastro, Teruel y Alcañiz.
Los médicos jóvenes apuestan mayoritariamente por asentarse en las grandes ciudades y los incentivos económicos que se plantean no son la solución para cubrir esas plazas de difícil cobertura. Es lo que opina el vicepresidente de la Sociedad Aragonesa de Medicina de Familia, Luis Miguel García, que ve difícil lograr que los MIR se interesen por todas las plazas.
García reivindica la primaria como puerta de entrada a la Sanidad. Sin embargo, lamenta que a veces, el día a día de los centros de salud desincentiva a los MIR, por la sobrecarga de trabajo y duras jornadas que asumen allí los profesionales. Lo consideran un lugar idóneo para aprender pero no para asentarse.
Además, García no considera adecuado aumentar las plazas MIR en Medicina de Familia cuando año tras año quedan vacantes. Cuando esa ampliación afecta a las ciudades más grandes, se agrava el problema en el medio rural. También para solucionar estos problemas, insiste en la necesidad de dar a conocer la especialidad y que haya una asignatura de Medicina de Familia durante la carrera, dado que es la especialidad en la que se ven las patologías y problemas más habituales.
García aboga por dar la vuelta al sistema para que Atención Primaria sea una especialidad atractiva, innovadora o de élite dentro del sistema, que permita hacer currículum a los estudiantes para captar realmente talento. Hace una comparativa gastrónómica. “Los estudiantes de cocina quería ir al Bulli de Ferrán Adrià en verano a hacer prácticas, aunque no cobraban, porque hacían currículum”. Apuesta por conseguir hacer algo similar con los centros de salud.