Toda la experiencia acumulada en emergencias de los últimos dos años, como las crecidas del Ebro o el paso del temporal Filomena, han servido a los servicios municipales para diseñar un Plan de Emergencias que no se actualizaba desde el año 2007, ha explicado el concejal delegado de Bomberos, Alfonso Mendoza.
El nuevo documento contiene una clasificación de amenazas, establece el nivel de riesgo que entraña para los ciudadanos y determina el tipo de respuesta que requiere. Así, las crecidas extraordinarias aparecen como el principal riesgo para Zaragoza, tanto por la frecuencia como por los daños que provoca.
Otras amenazas, aunque en un nivel de riesgo medio, son las trombas de agua, olas de frío o la fuerza del viento; fenómenos que también se dan con frecuencia, pero causando menos estragos que una riada. Pero no sólo se incluyen los fenómenos naturales, también se contemplan amenazas como posibles accidentes de transporte de mercancías peligrosas, incendios, actos terroristas o hundimientos de edificios.